Tigre derrotó por 3-0 a Colón de Santa Fe en Victoria, en uno de los duelos válidos por la fecha 13 del Torneo Clausura, y consiguió tomar oxígeno en la pelea por lograr la permanencia. Los dirigidos por Arruabarrena superaron a Independiente y a River, y quedaron 13° junto con Arsenal en la tabla de promedios.
El overol que usa Tigre no tendrá ni siquiera un centímetro de glamour, pero suele ser sumamente rendidor. Arruabarrena sostuvo el 4-4-1-1 en las últimas fechas y su equipo adoptó una estructura aceitada que compensa la falta de brillo con mucho esfuerzo y solidez.
En el marco de una fecha vital en la pelea por la permanencia, el Matador entendió que también se jugaba mucho este fin de semana y salió decido a cachetear al Sabalero. Galmarini y Leone ganaron las bandas, Morales inquietó con su movilidad y Román Martínez impuso el ritmo con su panorama.
Luego de un par de llegadas claras, los locales abrieron el marcador a los 33 minutos. Galmarini tiró un centro, Fuertes rechazó de cabeza y el despeje le quedó a Morales, que sacó un potente derechazo. Un castigo merecido para Colón, que no pudo crecer desde la habilidad de Díaz y jugó muy retrasado.
La sonrisa del Matador se disipó a los 36, cuando Martínez debió salir por una lesión. El ingreso de Castaño, fiel amigo de la marca, redujo el vuelo creativo. Y a los 41, Colón se animó a visitar a Islas por primera vez. Fuertes y Moreno Fabianesi probaron suerte en un contragolpe que terminó con el doble remate.
Pese a la pérdida de uno de sus faros futbolísticos, Tigre no se desplomó y se mantuvo como dominador del partido. Morales, intrépido como mediapunta, les ganó constantemente a Ledesma y a Prediger, y guió los avances. A los 11, Stracqualursi cabeceó un tiro libre que cayó en el área y celebró su noveno gol en el certamen.
Cuatro minutos más tarde, Morales se iluminó por izquierda y, con una dosis de su gran técnica, confundió a Pozo con un amague y definió con un toque sutil. El único atisbo de reacción del visitante fue el talento de Díaz, un argumento muy pobre para soñar al menos con un descuento. Fuertes penó por su soledad y se perdió entre los centrales.
Al encuentro le sobró media hora, porque Tigre se dedicó a administrar la ventaja y Arruabarrena sacó a Morales para que reciba los merecidos aplausos. Y la oferta de Colón nunca dejó su alarmante pobreza. Esta vez, el elenco de Sciacqua se pareció a aquel que pena cuando debe jugar en Santa Fe.
Al finalizar el torneo se impone una buena escoba.
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